miércoles, 2 de junio de 2010

Las capitulaciones de 1534


En mayo de 1534 Carlos V despachó varias cédulas que dividían la América española al sur del río Santiago en cuatro gobernaciones. Cada una de estas gobernaciones, excepto la de Pizarro, tenía 200 leguas de ancho de norte a sur y abarcaba desde la costa del Pacífico hasta la costa atlántica o la línea de Tordesillas

*La primera gobernación fue la de Nueva Castilla para Pizarro, firmada el 4 de mayo de 1534, se le añadieron 70 leguas más al sur al territorio otorgado en 1529, llegando a los 14º 03' 43''S.
*La segunda, Gobernación de Nueva Toledo, fue para Diego de Almagro, desde la anterior hasta el 25° 31' 26''S, un poco al sur de Taltal. Otorgada el día 21 de mayo de 1534.
*La tercera Gobernación de Nueva Andalucía fue para Pedro de Mendoza desde Taltal hasta 36º 57' 09''S, en la isla Santa María en la costa de Arauco. Otorgada el mismo día.
*La cuarta, Gobernación de Nueva León, para Simón de Alcazaba y Sotomayor, quien había sido desplazado por las otras concesiones. Su gobernación iba de 36º 57' 09''S, al 48° 22' 52''S (isla de La Campana). Otorgada también el mismo día.

Consecuencias de la Conquista de America

Mestizaje:
el numero de indigenas especialmente del area del caribe y suramerica fueron tan rapidamente exterminados que el numero de los pocos que pudieron llegar vivos al siglo XVI .fue infimamente pequeño como para que al unirse al español o negro tubiese una importancia etnica(discriminacion)

conquista espiritual:
se refiera al proceso de cristianisacion en el siglo XVI mediante la evangelisacion o enseñanza de la religion catolica . los encargados de llevar a cabo esta labor una vesc por convenciomiento otras veces por la fuerza(franciscanos, dominicos, jesuitas, agustinos, carmelitas)

El idioma y las costumbres:
El castellano, como lengua oficial, jugo un papel unificador en la sociedad colonial. Por este motivo, después de la conquista se prohibió que los indígenas y los negros hablaran en sus propias lenguas, por lo cual debieron aprender el castellano. Algo similar ocurrió con la costumbre y formas de vestir. Era importante homogeneizar los comportamientos para que la sociedad se unificara.

Hábitos alimenticios:
De Europa a América se trasladaron todo tipo de formas de vida, desde bacterias y virus que producían enfermedades, hasta plantas cultivadas y animales domesticos.la migración de colonos dependió en gran medida de su habilidad para europeizar la flora y fauna del nuevo continente.

EL TRABAJO INDIGENA:
las condiciones de vida de los indígenas americanos se deterioraron notablemente. Fueron obligados a realizar trabajos muy duros; se les quitaron sus tierras (algunos pueblos fueron trasladados por la fuerza a otros lugares); ya no pudieron trabajar en comunidad para asegurar la subsistencia de todo el grupo. La mortalidad aumento por este deterioro general de las condiciones de vida y porque muchos fueron exterminados murieron debido a epidemias de enfermedades introducidas por los europeos, como la viruela.

La conquista de Tahuantisuyu

Hubo diversos recursos que marcaron la superioridad tecnológica de los conquistadores españoles sobre la resistencia inca. Las armas son los artefactos en los que más evidente es esta diferencia tecnológica. La ventaja que otorgaban las armas de fuego a los españoles; frente a los arcos y flechas, las macanas, las lanzas y las cachiporras de los incas; fue considerable.

Sin embargo los animales fueron también herramientas fundamentales como elementos de intimidación utilizados por los españoles contra los incas. En este sentido los caballos fueron determinantes, no sólo como herramienta de intimidación, si no también como medio que facilitó y dinamizó la movilización de los conquistadores. Los perros de los conquistadores causaron, asimismo, pavor entre los indígenas por su ferocidad que, habiendo sido exacerbada para la guerra de reconquista española, se utilizó también como arma en la conquista de América.

Enfermedades y epidemias
Las epidemias y enfermedades que llegaron a América con los conquistadores europeos debilitaron y diezmaron la población nativa de todo el continente. Sin embargo el caso del Perú fue particular. Enfermedades como la viruela y la influenza llegaron antes que los conquistadores a los territorios del Tahuantinsuyo. Por esta razón, cuando los primeros españoles llegaron a Tumbes, las enfermedades y epidemias ya tenían varios años ocasionando muertes y debilitando la salud de la población del imperio. Incluso se cree que el Inca Huayna Cápac y el Auqui elegido para su sucesión perecieron víctimas de la viruela, casi 10 años antes que la expedición de Pizarro llegara a la zona de Tumbes.

Dichas enfermedades, sin embargo, no atacaron a toda la población del imperio por igual. El clima determinó cuáles poblaciones serían las más afectadas, y cuáles las más protegidas. Los poblados de la costa norte y central, de clima cálido, fueron los más vulnerables a la propagación de enfermedades y epidemias. Por otra parte, el frío y la altura de los andes protegieron a los pobladores de la sierra, con excepción de los que habitaban los valles del centro y del sur (el valle del Mantaro y el de Urubamba), cuyo clima excepcionalmente templado y cálido favoreció la propagación de las ya mencionadas enfermedades.

En todo caso, es evidente que las propagación de enfermedades contribuyó de manera determinante al éxito de la conquista al haber debilitado y aniquilado a gran parte de la población del Tahuantinsuyo.

Pugnas dentro del Tahuantinsuyo
La llegada de los españoles al Tahuantinsuyo coincidió con la lucha interna que Huascar y Atahualpa, ambos hijos de Huayna Capac, sostenían por el control del imperio incaico. Esta lucha que por mucho tiempo fue descrita como una guerra fratricida que demostraba la decadencia del imperio, al parecer no fue sino la repetición de las guerras rituales tras la muerte de un inca. La sucesión no existía dentro del Tahuantinsuyo, la elección del Inca se realizaba entre los jóvenes más aptos y que mejores condiciones reunían para el mando.

Una vez elegido a los posibles candidatos, debían ellos contar con el apoyo de las panacas cuzqueñas, es decir los grupos familiares descendientes de los antiguos incas. Estas panacas se encontraban divididas en Hanan y Hurin, las dos parcialidades en que estaba dividida la organización andina y a la que pertenecían las dinastías incaicas. Esta dualidad organizaba la vida en los Andes, lo Hanan tenía ascendencia sobre lo Hurin; en el caso de esta guerra ritual, durante su desarrollo el representante del bando Hanan era identificado y se le apoyaba pues debía ganar para mantener el orden natural de las cosas.

En el caso de la guerra entre Huascar y Atahualpa se puede observar dicho patrón. Tras un rito de iniciación, Atahualpa se le identifica como el inca Hanan y a partir de ese momento las crónicas solo hablan de las batallas ganadas por dicho inca. Huascar está destinado a perder y a ceder a favor del inca de Tumipampa.

Trauma de la conquista

Trauma de la conquista

En 1519 hubo un cambio radical en el mundo azteca, en ese año se realiza la expedición de Hernán Cortes a México, sin saber que en su interior se encontraba una de las tres grandes civilizaciones precolombinas, Los Aztecas o Méxicas. La conquista a Tenochtitlan-Tatlelolco fue larga y cruenta en la cual murieron muchos aztecas a causa de la guerra, peste y tortura por parte de los españoles. Pero esto no fue lo único que le sucedió a la sociedad azteca, lo más terrible, según nuestra opinión, es que se les desarraigo de su religión a la fuerza –en la mayoría de los casos- por parte de los misioneros cristianos.¿Cuál eran los presagios y predicciones de la casta sacerdotal sobre la venida de los españoles? ¿Por qué los aztecas se dejaron vencer tan rápidamente por los españoles siendo que eran centenares? ¿Esto tendrá algo que ver con el mito de Quetzalcoalt? ¿Cómo fue la evangelización de los misioneros cristianos y en que consistía? ¿Fue muy fuerte el traumatismo entre los aztecas al forzarles, por parte de los misioneros, a creer en una nueva religión? ¿La aceptaron de buena forma o se resistieron?
Los Presagios y Predicciones de los AztecasSe realizaron varios presagios y predicciones años antes de la llegada de los españoles a la península del Yucatán, estos eran de origen azteca y maya, pero a nosotros nos interesa el azteca.“Según los documentos indígenas, Moctezuma parecía particularmente sensible a los fenómenos de brujería y adivinación. Poco antes de la Conquista, los brujos de Texcoco anunciaron que México sería pronto sometido por extranjeros.”Este fue uno de los predicciones que dieron los aztecas antes de la venida de los españoles y se dice que se enumeraron ocho prodigios, diez años antes de la llegada de los españoles. “Pero el prodigio más pavoroso fue, sin duda, ese extraño pájaro de color ceniza semejante a una grulla que fue capturado sobre el lago de México”. También tomaron el incendio de los templos de Huitzilopochtli y de Xiuhtecuhtli como predicciones a la llegada de los españoles.Bajo estas predicciones, que se parecen al Apocalipsis de los cristianos relatados en la Biblia, los aztecas ya tenían claro –o algo claro- que su fin estaba cerca.Y hay un hecho que nos intereso mucho que fue el mito de Quetzalcoalt, que lo abordaremos a continuación.
El Mito de Quetzalcoalt y Hernán CortesEl mito de Quetzalcoalt es el siguiente:“Quetzalcoalt era el gobernante de Tollan durante su época dorada. Tollan era recordada como un lugar de perfección universal. Durante su reinado, Quetzalcoatl se sumergió cada vez más en su propia perfección espiritual. Esto incluía actividades como el baño ritual, rezos, ayuno, auto-castigo, y otras rutinas que se vinculaban con la vida sacerdotal. Con el tiempo, esta obsesión con su realidad interna causó que perdiera el sentido de lo que estaba ocurriendo en el mundo exterior.Mientras tanto, una serie de eventos alarmantes se gestaban en otra parte de la ciudad que interrumpieron los altos estándares de la comunidad. Se piensa que fueron causados por el dios oscuro Tezcatlipoca (asociado con el planeta Marte), algunos eventos de naturaleza sexual fueron impactantes, mientras que otros desmoralizaban totalmente a la población. En una de las historias este dios tomó la forma de un horrible vendedor de chile quien se las arregló para cortejar a la hija del rey secular, exponiendo sus grandes genitales. Y de esta manera ganó el acceso al poder y el prestigio como miembro de la familia gobernante.Eventualmente, Tezcatlipoca y su corte de dioses obscuros ganaron el acceso al palacio espiritual de Quetzalcoatl. Ellos probaron la vanidad de Quetzalcoatl al revelarle falsamente su imagen y su inmortalidad en un espejo (por eso Tezcatlipoca fue llamado el espejo empañado). El impacto de verse a sí mismo le abrumaba, incluso lo horrorizaba, por lo que los dioses oscuros le ofrecieron ayudarlo a lo que este accedió.A continuación, le ofrecieron una manera de olvidarse de su fealdad: con cinco copas de una bebida intoxicante, el pulque. Quetzalcoatl se alcoholizo y comenzó a actuar despreocupadamente, en este estado de intoxicación llegó a tener relaciones sexuales ilícitas con su propia hermana, Quetzalpetlatl. Este evento deshonorable terminó con su función como líder espiritual. Fue esta caída de gracia, debido a la pérdida de control sobre sus pasiones, lo que lo llevo a la resignación como líder, y consecuentemente, el fin de la era dorada de Tollan. Su primer acto de conciliación fue el enterrarse en un ataúd de piedra. Cuatro días después se levantó y abandono la ciudad.Quetzalcoatl siguió la ruta al este de Tollan hacia el mar. Viajó a través de muchos pueblos y sitios sagrados, dejando un rastro en forma de formaciones rocosas y nombres de lugares a través de México que aun se puede reconocer. Finalmente llegó a la costa donde construyo con serpientes una balsa y se embarcó hacia el horizonte en el mar.”Y “debía volver en un año ce-acatl –es decir, un año ‘uno-caña’; esta fecha llegaba al término de un ciclo de cincuenta y dos años y 1519 correspondía exactamente a un año ce-acatl”, por esa razón los aztecas, más específicamente Moctezuma, al saber que venían “seres desconocidos, de piel blanca y larga barba” mando a “unos embajadores cargados de regalos divinos”, es decir, los atavíos de Quetzalcoatl. Estos atavíos eran los siguientes: “máscara incrustada de turquesas, collar adornado por un disco de oro, espejo dorsal, brazaletes de jade, cascabeles de oro, escudo con bandas de nácar y oro, rodeado de plumas quetzal, y sandalias de obsidiana.”Pero la reacción a este regalo por parte de Hernán Cortes, dejo atónitos a los embajadores aztecas, “ordenó que los atasen e hizo disparar el cañón”, cosa rara en la conducta de Corte de disparar tal cantidad de piedras preciosas, siendo que buscaba piedras preciosas y oro en el Nuevo Mundo. Pero esto no fue lo único que desecharon los españoles o los “dioses” para los aztecas, Motctezuma al escuchar el relato de los embajadores sobre la apariencia de los extraños, “les hizo enviar otro tipo de vituallas: frutos, tortillas, huevos y aves. Pero, cosa extraña, los seres blancos y barbudos rechazaron con disgusto el alimento. Y Moctezuma sintió miedo ante la extraordinaria potencia de los seres barbudos, y pensó en huir, en escabullirse a los dioses, en refugiarse en el fondo de alguna gruta”. Después de consultar a su consejo, que estaba dividido entre acoger a los españoles y los que están en contra de esta postura, Moctezuma decide recibir a Cortes y lo recibe como un dios; “se dirige a su encuentro y les ofrece, en un signo de bienvenida, collares de flores y de oro”. Después de darles pronuncia un discurso en el cual trataban a los españoles como dioses, y a los aztecas le pareció extraño q los “dioses” actuaran como “monos” frente al oro.
Con el tiempo de que ocurrió la conquista de México los aztecas fueron perdiendo esa visión sobre los españoles de tratarlos o considerarlos como dioses, aunque el ultimo emperador azteca, Cuauhtemoc, al someterse a los españoles aparece de nuevo esta visión: “¡Ya va el príncipe más joven Cuauhtemoc; ya va a entregarse a los españoles! ¡Ya va a entregarse a los ‘dioses’!”.Pero este no fue el final definitivo de la religión azteca, con el tiempo los misioneros españoles empezaron a evangelizar a los aztecas, tanto de una forma violenta como pacifica.

mestizaje y mulataje

Mestizaje o Mulataje

Los primitivos habitantes del continente americano, principalmente los del área del caribe, fueron tan rápidamente exterminado que el número de los que pudieron llegar vivos a lo largo del siglo XVI fue infinitamente pequeño como para que al unirse al español o negro tuviese alguna significación étnica. Sin embargo, con la llegada de los negros africanos al continente, se inicia un proceso acelerado mulataje.
En las instrucciones dadas al gobernador Nicolás de Ovando, se encuentra las primeras informaciones de introducción de negros a América, en las que se decía ir ni judíos, ni moros, ni nuevos convertidos, que si esclavos negros, con tal que hubieren sido criados entre cristianos.
El hecho de que el hombre español era esclavista y rico, lo hacia sentir vergüenza de contraer matrimonio con una negra esclava, lo que estimulo la unión libre,todavía hoy tan vigente, sobre todo en la zona rural del área del caribe pero también estimulo el crecimiento de una sociedadlatino americana machista, ya que el hombre que siempre era el esclavista y por consiguiente se sentía superior, el que manda, el que tiene todos los derechos, frente a una mujer que aunque compartía el lecho, seguía siendo la esclava o la descendiente de esclavas.
Es importante destacar que el mulataje y el mestizaje de los pueblos americanos han contribuido a reducir los odiosos prejuicios raciales al crear un abanico de colores y costumbre, que nos hace hoy muy parecidos.
El mestizaje y el mulataje crea una simbiosis no solo racial, sino también cultural, los que nos hace plurales y abiertos.

las colonias en el espacio economico hispano

LAS NUEVAS DIRECTRICES ECONÓMICAS

Inserción de las colonias en el espacio económico hispano

Los ilustrados creían que la ciencia era la herramienta con la que podrían arreglar el mundo. Según esto los “proyectistas” pretendían renovar la estructura social y transformar el estado gracias a la ciencia económica. Los proyectos que diseñaban para América eran irrealizables por su ambición, aunque algunos eran interesantes como el de Uztáriz, Campillo, Ward, Ulloa y Campomanes, que a veces obtuvieron su reflejo e la administración.
Las reformas reales fueron más modestas: autolimitadas, selectivas, moderadas y subordinadas a las necesidades militares y fiscales. Buscaban el beneficio rápido, recaudando más pero no necesariamente aumentando los impuestos, sino también evitando el fraude y ejerciendo nuevas actividades.
Las reformas en el comercio, minería, industria, agricultura y ganadería estuvieron determinadas por el nuevo papel que se asignó a las colonias: productoras de materias primas y mercados de absorción. De estos principios se deduce que su economía debía diversificarse proporcionando bienestar a los súbditos americanos pero de forma que no compitieran con la metrópoli y consumieran productos metropolitanos. Las reformas se centraron en:
Los monopolios estatales: los estancos tuvieron una implantación desigual, algunos de ellos ni siquiera reportaban beneficios y su implantación se debía a fines políticos, otros eran extraordinariamente rentables. Los primeros se dejaron en manos de los mismos asentistas, se buscaron arrendatarios nuevos o se suprimieron como monopolio. Los segundos empezaron a ser gestionados directamente por la corona y se implantaron algunos nuevos.
Entre los más rentables destacaron la sal y el azogue, que mejoraron su calidad, se abarataron los precios y se regularizó su transporte. La pólvora que aumentó su producción con el consiguiente abaratamiento y generalización de su uso. Estos tres monopolios estaban relacionados con la minería y eran vitales, no solo para la Corona, no solo porque aumentaban sus ingresos sino también porque ayudaban a controlar la minería.
Menos útiles, pero de interés social y político eran el pulque, un aguardiente de caña que se gravaba por entender que era perjudicial para la salud, el papel timbrado, grabado para evitar el vicio de pleitear, los naipes, monopolio a favor de un pueblo granadino, la lotería, estancada para controlar los juegos de azar, y el tabaco que se estableció a favor del ejército para preservar su calidad y promocionar su producción. Se fumaban cigarros puros y “papelillos” (cigarrillos).
La minería basó su reforma en la minería alemana. Los progresos técnicos producidos desde el siglo XVI exigían cada vez más inversión y mayores unidades de explotación, pero la legislación iba en contra de esta tendencia y la escasez de capital hizo aumentar la dependencia de los “aviadores”. La conjunción de estos factores hizo que la producción se estancara en torno a 1760. Estos problemas eran conocidos en Madrid, sobretodo después de la publicación de Gamboa “Comentario a las ordenanzas de minas” en la que se comentaban las medidas legales, se exponía la situación de la minería y se proponían medidas para remediarla: abaratar las materias primas, promover exenciones fiscales, facilitar la financiación y los créditos en buenas condiciones a los mineros y establecer una jurisdicción especial para el sector.

Corrientes colonizadoras del sur

CORRIENTES COLONIZADORAS:

Los españoles comenzaron la exploración, conquista y colonización de sus posesiones en América, entre las cuales estaba la actual República Argentina. ¿Cómo y cuándo llegaron a este lugar?.
Ya vimos que fue Juan Díaz de Solís el español que llegó primero al Río de la Plata buscando el paso que comunicara el océano Atlántico con el océano Pacífico y poder así llegar a las "indias" (Asia) y dar la vuelta al mundo.
Los españoles tuvieron la base de operaciones en Las Antillas y, desde allí, salieron con sus hombres a conquistar todas las tierras en donde había metales preciosos. Desde Las Antillas fueron hacia el sur, se encontraron con los incas, los dominaron y fundaron el Virreinato del Perú en lo que fueron sus territorios.
En sus expediciones al sur, en la actual Bolivia, descubrieron los yacimientos de plata del cerro POTOSÍ. Inmediatamente iniciaron su explotación y organizaron las zonas de alrededor para abastecer a la gente que trabajaría allí: la vida de los españoles e indígenas, el traslado del metal a España y... ¡la defensa del territorio ante la posible invasión de ingleses, franceses o portugueses!.
Tenían que organizar la explotación y defensa de Potosí y comenzaron a buscar y trazar caminos que comunicaran el Virreinato del Perú, el Atlántico y el Pacífico. Por ello es que se introdujeron en lo que hoy es la República Argentina, ya que hay una salida al Atlántico y ríos que llegan muy cerca del cerro de la plata... Esta es la razón del nombre del Río de la Plata (porque conduce hacia la plata del cerro de Potosí); el territorio se llama Argentina (viene de la palabra "argentum", que en el idioma latín significa plata) y quiere decir "país de la plata".
Los españoles llegaron por tres direcciones: Por el noroeste, por el oeste y por el este; lucharon contra los indígenas, trazaron caminos y fundaron ciudades...

Los viajes de los europeos

Los españoles liderados por el almirante Cristóbal Colón, descubrieron las primeras tierras del Nuevo Mundo en el Mar Caribe el 12 de octubre de 1492. Sin embargo, el navegante creía que se encontraba en alguna región de la Asia, razón por la cual llamo a los nativos "Indios".
En 4 de mayo de 1493 el Papa Alejandro IV expide la Bula Inter caestera que favorecía a los españoles en lo que descubriesen en tierra firme. La bula fue rechazada por los portugueses, porque consideraban que siendo el Papa español, era de por sí viciada y por lo tanto corrieron sus pretensiones más hacia el occidente que dio como resultado el Tratado de Tordesillas del 7 de junio de 1494 entre Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón con Juan II de Portugal, en virtud del cual se establecían un reparto de las zonas de conquista y anexión del nuevo mundo mediante una línea divisoria del Océano Atlántico y de los territorios adyacentes.
Sería en el Tercer Viaje de Colón que los españoles verían la parte meridional de América. El 31 de julio llegó a la isla Trinidad y entre el 4 y el 12 de agosto exploró el golfo de Paria que separa la isla de las costas de Venezuela. El recorrido lo llevó a la cuenca del río Orinoco.
El 18 de mayo de 1499 el navegante Alonso de Ojeda inició una expedición que lo llevó a las costas de Venezuela. En dicho viaje iba el cartógrago italiano Américo Vespucio. Ojeda le dio el nombre de Venezuela a las costas que exploró. Ambos navegantes se separaron y mientras Vespucio llegó a las costas del Brasil, Ojeda se dirigió a las costas colombianas y de allí se adentró de nuevo al Caribe descubriendo otras islas. En 1500 nacería, en la isla venezolana de Cubagua, la primera ciudad europea en América del Sur, Nueva Cádiz.
Durante su Cuarto viaje el almirante tocaría por segunda vez a Suramérica. Entre el 11 de mayo de 1502 y el 7 de noviembre de 1504 exploró las costas Caribes de América Central hasta Panamá y exploró el Golfo del Darién en Panamá y Colombia. Fue esa la segunda y última vez que Colón estuvo en suelo suramericano.
El 25 de septiembre de 1513 el hidalgo Vasco Núñez de Balboa, considerado el primer español en habitar tierra firme, descubrió el Oceano Pacífico desde el Istmo de Panamá, al cual llamó "Mar del Sur". Núñez fundó la primera ciudad estable en tierra firme, a la que llamó Santa María la Antigua del Darién, en Panamá. Cumaná, fundada en 1515, tuvo que ser refundada posteriormente ante la continua hostilidad de los indígenas caribes.
El 27 de noviembre de 1520 la expedición liderada por Fernando de Magallanes logró pasar el estrecho en la parte más meridional del continente y llegó al océano al cual él mismo llamó Océano Pacífico. Desde allí continuó al este y descubrió Filipinas en donde fue asesinado el 27 de abril de 1521. En su honor el paso es llamado Estrecho de Magallanes.
El primer obispado en América del Sur tuvo asiento en la ciudad venezolana de Coro.

Consecuencias de la Conquista de America

Entre las consecuencias a resaltar sobre la Conquista de América están:
Desaparición de los sistemas políticos y organizativos de los pueblos amerindios.
Pérdida definitiva de su soberanía.
Desaparición de numerosas lenguas autóctonas y casi extinción de otras. Las lenguas indo americanas pasaron a un segundo plano y se impusieron definitivamente los idiomas europeos.
Destrucción de las obras culturales de los pueblos originarios (textos, obras de arte, religiones, templos, ciudades, obras artesanales, monumentos, caminos, memoria, etc.).
Inferiorización y desprecio por las culturas originarias.
Inferiorización y desconocimiento de la naturaleza humana de los pueblos originarios al ser reducidos a la categoría de "encomendados" sometidos a colonizadores europeos, en el caso de la conquista española. En el caso de otras experiencias coloniales también fueron en mucho casos desconocidos como seres humanos con los mismos derechos que los europeos.
La esclavitud: aunque algunos pueblos aborígenes practicaban la esclavitud, los conquistadores establecieron la misma de manera generalizada. Para ello fueron secuestradas alrededor de 60 millones de personas en África de la cuales solo unas 10 millones llegaron con vida a América para ser reducidos a la condición de esclavos.
Muchas culturas del Nuevo Mundo se conservaron y aumentaron la población aunque también muchas culturas indígenas desaparecieron debido en ocasiones a enfermedades que eran llevadas por los europeos y que eran desconocidas para ellos, y en otras a las conquistas europeas.
La Conquista de América abrió nuevas vías de comunicación y transporte, sobre todo marítimas entre Europa y América, así como entre distintos puntos de Europa y de América entre sí. Ello llevó a la creación de decenas de puertos oceánicos y fluviales en el continente americano. El trazado de esas vías estuvo influido en gran medida por razones mercantiles, relacionadas con los bienes que los colonizadores extraían en América para ser llevados a Europa, principalmente oro, plata y alimentos, así como la exportación de manufacturas desde Europa y esclavos desde África hacia América.

Conquista del Imperio Azteca e Inca

EL IMPACTO DE LA CONQUISTA
La invasión europea produjo un tremendo impacto entre los pueblos que habitaban América. Para estas sociedades que habían vivido aisladas del resto del mundo, los europeos representaban algo totalmente desconocido. Toda su vida cambió a partir de la conquista. Su organización económica, social y política, sus creencias religiosas, su visión del mundo y las costumbres de su vida cotidiana, se derrumbaron.

La desestructuración de la economía
La conquista española alteró el funcionamiento y la organización de las economías indígenas.

En el Perú, por ejemplo, el triunfo español alteró el sistema basado en la reciprocidad y la redistribución. Los conquistadores ocuparon el lugar del Inca en la jerarquía social. Las comunidades continuaron obligadas a entregar tributos y los curacas fueron mantenidos como los funcionarios encargados de controlar el cumplimiento de la obligación y el almacenamiento de los productos. Pero los españoles quebraron el principio de la redistribución: el excedente que los curacas entregaban a los conquistadores no volvía a las comunidades. Además, con la introducción de la moneda y el mercado, los españoles destruyeron el principio de la reciprocidad: los indígenas dejaron de intercambiar productos entre comunidades de acuerdo con lo que cada una producía y se vieron obligados a comprar y vender.

La destrucción de las religiones indígenas :

Cuando los españoles llegaron a México, se encontraron con una civilización que tenía una religión muy diferente de la cristiana. Lo que más impactó a los conquistadores fue la poderosa religión estatal que rendía culto a las principales divinidades indígenas a través de sacrificios humanos que eran acompañados de diversos ritos. De acuerdo con su mentalidad de hombres europeos de¡ siglo XVI, la entendieron como una religión demoníaca -que rendía culto al demonio y a las fuerzas del mal- y se propusieron su completa destrucción.

Los conquistadores y los misioneros -sacerdotes y religiosos que llegaban a América con la misión de evangelizar, es decir, de enseñar a los indígenas los principios de la que consideraban la verdadera fe: la religión cristiana- se propusieron extirpar la idolatría (porque los europeos llamaron ídolos ii los dioses de los aborígenes). La muerte de los emperadores azteca e inca contribuyó a que esas sociedades perdieran confianza en sus dioses: con la muerte de Moctezuma o de Atahualpa, no sólo desaparecían los jefes del Estado sino también los hijos del Sol, su protector. Otra forma en que los españoles se propusieron reemplazar las creencias tradicionales indígenas, fue la edificación de iglesias en los lugares en los que antes habían existido templos o centros de culto.

Durante los primeros tiempos y terminada la etapa de la resistencia armada, los misioneros fueron optimistas porque los indígenas parecían aceptar a la nueva religión y recibían en masa los sacramentos del bautismo y del matrimonio. Sin embargo, al poco tiempo comenzaron a advertir que la aceptación del cristianismo era sólo superficial ya que, a escondidas de los españoles, continuaban realizando los ritos de su culto tradicional.

Las causas de la derrota
Un proceso tan complejo como la conquista de un continente no puede explicarse por un solo factor. Si tenemos en cuenta que un pequeño número de europeos lograron dominar en muy poco tiempo a comunidades muy numerosas y que habían alcanzado un elevado nivel de organización social, ¿Como explicar que los 200 hombres de la expedición de Cortés conquistaran tina región habitada por más de 10 millones de personas? Sin duda influyeron factores técnicos como la superioridad de las armas de fuego, y el terror que producían las explosiones de pólvora y los caballos. Otros factores serían de tipo religioso, como las leyendas que hablaban de la llegada de enviados de los dioses.

Pero tal vez haya que prestarle particular atención a un elemento de tipo político: la organización imperial y militarista de los aztecas e incas. Si bien esto puede aparecer como un símbolo de fortaleza, también lo es de debilidad.

Muchos de los pueblos dominados por los aztecas y los incas colaboraron con los europeos convencidos de que ése era el medio para liberarse de quienes les exigían pesados tributos. Además, la organización imperial muy centralizada de los incas, por ejemplo, facilitó el triunfo de los españoles. Éstos atacaron directamente la cabeza del imperio -el Inca y el Cuzco- y frente a la derrota de ésta, el poderío inca sucumbió. Los españoles aprovecharon la situación y mantuvieron parte de la estructura de dominio impuesta por los incas, pero se ubicaron ellos a la cabeza de esa estructura.

El derrumbe demográfico
Antes de la llegada de los europeos, la población americana no estaba distribuida de manera uniforme por el continente. Las zonas más densamente pobladas eran las de las civilizaciones urbanas de MesoAmérica y la región andina. En esas dos zonas, la población aumentaba a medida que mejoraban las técnicas de cultivo y crecí-,in el intercambio y los centros urbanos. La conquista interrumpió bruscamente esta tendencia y diezmó la población indígena.

El derrumbe demográfico se produjo por un conjunto de factores que actuaron de manera simultánea: las muertes provocadas por la violencia de los conquistadores; la desorganización de la vida económica, que hizo disminuir la producción de alimentos, provocando hombrunas; la explotación del trabajo indígena en las minas; la desorganización de la vida familiar tradicional; los efectos devastadores de las epidemias de enfermedades infecciosas como la viruela, frente a las que los indígenas no tenían desarrolladas defensas orgánicas. También influyeron facto)res de tipo psicológico, como la pérdida del deseo de vivir en un mundo que se derrumbaba, donde todo lo conocido iba desapareciendo.

A lo largo de los siglos XVII y XVIII, los indígenas que sobrevivieron la conquista se transformaron -en su mayoría- en campesinos. Algunas comunidades o individuos llegaron a competir con los europeos por los beneficios producidos por la economía colonial americana.

La Conquista de America

LA CONQUISTA

Debe entenderse por conquista, la acción bélica de grupos organizados, de españoles que proceden a dominar por la fuerza de las armas a las poblaciones aborígenes de las Indias. Estas campañas pueden estar organizadas desde la Península directamente, o partir desde tierras americanas, previamente dominadas. Estos grupos organizados constituyen la llamada hueste, que ha sido legalmente constituida y está a las órdenes de un capitán, también oficialmente designado. Estos grupos tenían objetivos concretos que alcanzar, lo que unas veces conseguían y otras no. Estos objetivos no eran propiamente bélicos, sino exploratorios, pero la experiencia demostró desde un comienzo -los viajes colombinos- que era necesario, por la seguridad de la propia hueste, llevar una previsión armada.
La finalidad era conseguir que los habitantes de las tierras exploradas reconocieran la soberanía del Rey de España y se prestaran a la conversión a la verdadera fe. Si la tierra era dominada, se instalaría en ella una administración española, convirtiéndose el capitán en la cabeza de ella, con diferentes denominaciones -gobernador, adelantado, mariscal -, y los miembros de la hueste ocuparían cargos y funciones subordinadas. Esto último daba un estímulo a éstos para tener, aparte de los fines indicados, otros particulares y personales de fortuna y promoción.

LAS BASES DE LEGITIMACIÓN
La idea de que las huestes conquistadoras eran aglomeraciones de aventureros, en el sentido más peyorativo de la palabra, es totalmente falsa. Ningún capitán actúa sin unos requisitos previos a la recluta de la gente de la hueste. Y ni siquiera puede batir Cajas o abrir banderín de enganche sin que tenga una justificación oficial para hacerlo. Es decir, un permiso y, una vez obtenido éste, para actuar en la Conquista debía ceñirse a unas normas. Estos dos requisitos eran la Capitulación y las Instrucciones.

Las Capitulaciones

Cristóbal Colón firma en Santa Fe de Granada, en 1492, unas Capitulaciones con los reyes católicos, comprometiéndose a llegar a tierras que aseguraba se hallaban al otro lado del Atlántico.Las Capitulaciones para nuevas exploraciones y subsiguiente sumisión de los habitantes de las tierras descubiertas por los medios que se estipulan, tiene un fundamento jurídico completamente distinto. Es un convenio, contrato o compromiso entre el rey y un particular. El primero lo hace a título de soberano de las tierras que han comenzado a descubrirse, y por la capitulación concede permiso para que un grupo de hombres guiados y capitaneados por una persona con la que capitula, realice actos exploratorios.Generalmente lo contratado se cumplía por ambas partes y las recompensas y premios eran otorgados, pero no de un modo automático. Los particulares tenían que iniciar largas polémicas con la Administración -con el Rey - para conseguir lo pactado, después de haber añadido a la Corona amplios territorios. La hueste tiene mucho de tradición medieval, y es cuestión de capitulaciones para entradas y descubrimientos, se consolida un título que casi había desaparecido en Castilla: el del Adelantado. Se trataba de los que gobernaban zonas fronterizas o de peligro de guerra, y así se empleó durante la reconquista. Se usó también este término para designar al que las gobernaba en nombre del Rey. Vasco Núñez de Balboa fue Adelantado de la Mar del Sur.

Las Instrucciones

Desde un comienzo, la Corona, incluso antes de que se organizara el Consejo de Indias -canal administrativo y jurídico de la normalización del gobierno de las nuevas tierras-, procuró tomar medidas que frenaran la extrema libertad de acción de los capitanes de las huestes y sus hombres. Aparecen tales medidas en la Provisión de Granada de 17 de noviembre de 1526, las famosas Nuevas Leyes de 1542, y en las Ordenanzas de Felipe II, de 1572. Ya antes de Carlos I, los Reyes Católicos habían encargado al doctor Palacios Rubios, que redactara un escrito previo a cualquier entrada entre indios.
Así pues, por si la Capitulación -en que se especificaba todo género de conocimientos por ambas partes- no fuera suficientemente clara, el capitán de la hueste debía atenerse a normas estrictas de su conducta personal -como jefe y delegado de la autoridad real según los casos- y de la de sus hombres. Normas contenidas en disposiciones generales, que emanaban de principios teóricos más altos, elaborados por los juristas y moralistas españoles. Principios inspirados en la idea de la guerra justa, muy en boga en el tiempo de la Conquista de las Indias. Estas normas complementarias, o Instrucciones, pueden ser agrupadas en los siguientes apartados:
*Atribuciones de mando del capitán.
Jefe total de la hueste, con autoridad para resolver casos civiles y criminales, conforme a derecho y justicia y no de otro modo. En casos difíciles, debe asesorarse por personas de seso de su compañía.
*Obligaciones de mando.
El capitán ha de hacer recuento de sus hombres, hacer alarde en varias ocasiones y vigilar que cada hombre tenga su armamento.
*Toma de posesión
Cuando se llegue a tierra desconocida, tomar posesión de ella en nombre del Rey, con la mayor solemnidad y ante escribano, que levantará acta.
*Relaciones con los indios.
Deben ser amistosas, los requerirá según lo establecido para que se sometan al Rey de España, no se les tomarán sus propiedades, castigando al que lo haga, procurando difundir entre ellos la religión cristiana. Si hicieren obsequio al Rey, guardarlo, para su posterior entrega, y si fuera de mucho valor, que se haga recepción delante de veedor.
*Información sobre las tierras exploradas.
Deberá el capitán tomar nota de los accidentes geográficos -costas, puertos, etcétera-, informar sobre la naturaleza del territorio y sus características, así como recoger frutos y enviar muestras de ello a España.
*Conducta de los miembros de la hueste.
El capitán vigilará que sus hombres no blasfemen, que no se amanceben fuera de la ley cristiana y prohibirá los juegos, de dados o de cartas, en evitación de peleas y discordias.

La contravención de estas Instrucciones -que más bien eran verdaderas ordenanzas complementarias de la Capitulación- era duramente sancionada.
A estas instrucciones oficiales habría que añadir las que podrían llamarse instrucciones privadas de los baguianos o conocedores del terreno, que advertían de las dificultades de una geografía imposible y casi desconocida y de una lucha contra un tipo de guerra totalmente distinta de la tradicional en las otras naciones europeas.

LA HUESTE

El explorador que pretende descubrir parte de las tierras aún inexploradas en las islas y tierra firme halladas por Colón, y hacer que ellas entren bajo la soberanía del Rey de España, ha de haber conseguido ponerse en contacto con los organismos que se ocupan de los negocios indianos. Llegado el momento del contacto expone sus propósitos, que son escuchados, pidiéndosele garantías personales y económicas.
Una vez aclarado todo, los covachuelistas redactan el borrador o minuta de las Capitulaciones, por las que no sólo se le concede licencia a su costa y misión para explorar, poblar, etc., sino que además se le inviste con el título de capitán de un grupo de hombres cuyo número se especifica. Si llega a dominar los territorios que promete hallar, es posible que consiga -una vez pacificada la tierra- el título de gobernador, adelantado o alcaide de la primera fortaleza que levante en el territorio conquistado.
Con su documentación en la mano, el flamante capitán tiene que lanzarse a la primera etapa, menos arriesgada que las indianas, de conseguir reunir el grupo de hombres que integren la hueste, dinero para comprar el matalotaje y armas, dineros para los barcos, etc. Si la expedición constaba de una exploración en parte marítima había que enfrentar, además, los costes de navíos, sueldos de la gente de mar, abastecimiento para el período de navegación.
La hueste, empresa privada
Los estudiosos del derecho indiano, que consideran las diversas modalidades de empresas indianas, distinguen claramente las llevadas a cabo por las huestes capitaneadas por una persona que ha capitulado con el Rey -o autoridad debidamente delegada- de las siguientes:
1. Empresas a costa del Estado.
2. Empresas de labradores.
3. Misiones -eclesiásticas- puras.
Que la acción de conquista, generada en una Capitulación y llevada a cabo por una hueste, sea una empresa privada, lleva a una conclusión más amplia.
Cuando se dice que España conquistó América se está afirmando la gran verdad de que fue el pueblo español, por su impulso, por sus motivaciones el que toma la iniciativa de trasladarse, organizadamente, en huestes legalmente constituidas, al otro lado del océano, con el permiso de la Corona, pero no reclutadas por esta.

Organización de la hueste
Hay quien ve en las huestes indianas una continuación de las milicias concejiles de la Edad Media, que tanto contribuyeron al éxito de la Reconquista. El caso no es el mismo, aunque sí hay un punto de coincidencia, que es el de poblar, ya que muchas de las milicias ciudadanas medievales fueron los agentes de población de las tierras de nadie que hubo entre los reinos cristianos y el Califato y las taifas musulmanas, fundando nuevas ciudades en situos estratégicos y dominando los pasos de las rutas naturales.
Formación de la hueste. Como se ha indicado, si la capitulación se hacía en España, también podía efectuarse en autoridad delegada en las Indias, y por tanto la inscripción en la hueste lo mismo podía hacerse en España o en Indias, siendo finalmente las más numerosas estas últimas.
La noticia de la existencia de nuevas tierras -y ricas, naturalmente- hacía que quienes llevaban algún tiempo en las Indias, especialemente en la isla Española, se enrolaran inmediatamente, ante las promesas de los capitanes encargados de dirigir renovadas exploraciones.
La formación de la hueste también exigía sus requisitos, que aparecen resumidos -en lo que al enganche se refiere- en la Recopilación de Indias, del modo siguiente:
Al adelantado o cabo que capitulare en el Consejo, se le despachen nuestras cédulas reales, para que pueda levantar gente en cualquier parte de estos nuestros reinos de la corona de Castilla y León, para la población y pacificación, nombrar capitanes que arbolen banderas, tocar cajas y publicar la jornada, sin que tengan necesidad de presentar otro despacho. Y mandamos a los corregidores de las ciudades, villas y lugares, que no les pongan impedimento, ni lleven ningún interés. Y porque conviene escusar todo desorden, y que esta milicia vaya al efecto que e senviada con toda puntualidad, es nuestra voluntad que todos estén a las órdenes del adelantado o cabo principal, y no se aparten de su obediencia, ni vayan a otra jornada sin su licencia so pena de muerte.
Es evidente que el adelantado o cabo, es decir el que ha capitulado con el Rey, debía abrir banderín de enganche; y habría de buscar primero la formación de un cuerpo de gentes de su mayor confianza.
El capitán procedía a pregonar la empresa, con exhibición del pendón real y del propio estandarte o bandera. Se tocaban pífanos y trompetas, haciendo sonar los tambores o cajas, y dando voces para el alistamiento; así lo relata Bernal Díaz, cuando en la villa de Trinidad, Cortés mandó... poner su estandarte y pendón real delante de su posada y dar pregones, una vez que había recibido la designación por parte del gobernador, de capitán general de la expedición.
Así se iba haciendo el reclutamiento, inscribiéndose los voluntarios, que quedaban por ello vinculados a la empresa, que ya no podían abandonar, pues estaban de tal manera intergrados que la defección se penaba con la muerte.
Aunque la empresa era particular y en cierto modo compartida la responsabilidad, riesgo y coste entre el capitán y los hombres de la hueste, las convocatorias para inscribirse se hacía en nombre del Rey. Ello porque a tierras del Monarca -las Indias- se marchaba, todo con un evidente aspecto militar.

Quiénes se integraban en la hueste
Ya se haga la inscripción en los reinos de Castilla y León o en las Indias, la masa humana debe responder a unas características determinadas, que mezcladas tipifiquen la fisonomía de unas gentes que conquistaron un mundo en poco más de medio siglo.
Los ensayistas que hablan de aventureros, de gentes que van en busca de gloria y de honores, de ávidos buscadores de botines, sin ser exacto, no es lo radical, lo básico, lo motivante. Las noticias venidas de las Indias eran unas veces extraordinariamente prometedoras: pero viene luego un bache en que pasan a ser llamadas tierras de perdición.
Las razones para el enrolamiento en la hueste se pueden resumir:
a) Razón del desplazamiento. Se debe plantear el tema de las motivaciones o razones de que los españoles se inscribieran en las huestes, en bases puramente humanas, y de la índole más elemental. Inactividad laboral, inadaptación social, ansia de medro fácil, busca de honores, parvedad de medios en España, huida de problemas personales, aunque no de la justicia. La difundida idea de que se permitió a los criminales evitar las condenas pasando a Indias, no deja de ser una suposición. Lo que se autorizó, ya en Indias, fue que los que hubieran estado condenados o juzgados pudieran inscribirse en las huestes. Fueron muchos los que buscaron un bálsamo para sus penurias buscando -y encontrando- un destino en Indias.
Estas son las razones, muy humanas, para que los hombres, ya sea en Castilla o en Indias, se incorporaran a las huestes. Las mismas razones porían aplicarse a la mayoría de los que pasaban a Indias para ocupar cargos en carreras judiciales o de gobierno y administración o para hacer negocios. Pero no para intergrarse en una compañía que había de correr peligros, cuyo premio podía ser sustancioso económicamente o en honores y prebendas, títulos y privilegios, a cambio de evidentes riesgos personales.
b) Quiénes podían ir a las Indias y quiénes no. Las condiciones para pasar a las Indias, como miembros de las huestes eran bien precisas. Puede decirse, genéricamente, que todos podían hacerlo, pero había restricciones:
Los adelantados debían procurar que fuera gente limpia de toda raza de moro, judío, hereje o penitenciado por el Santo Oficio y no de los prohibidos de pasar a las Indias por ordenanzas. Los prohíbidos eran: los de linaje de moro o judí, los reconciliados o castigados por la Inquisición, los negros ladinos, los gitanos, los esclavos casados sin su mujer o hijos, las mujeres solteras sin licencia, o las casadas sin sus maridos.
Esto significa que eran aplicables a la constitución de la hueste las normas prohibitivas sobre pasajeros a Indias en general, para que el enrolamiento no se convirtiera en una entrada fácil o falsa para llegarse a las Indias, donde podían desertar y trasladarse a otro sitio, desafiando la pena de muerte que conllevaba tal deserción.
Es preciso tener en cuenta la limitación a los reinos de la antigua Corona de Castilla de la licencia para abrir banderín de enganche. No es que se diga taxativamente que los de la antigua Corona de Aragón no puedan engancharse en la hueste, pero desde el momento que no se mencionaba a las gentes de los reinos de Aragón, Valencia y Mallorca, éstos quedan sin una base jurídica para que nadie se arriesgara a batir cajas en sus tierras. Pero si algún nativo de tales reinos se inscribía, nadie lo iba a impedir, ya que no había pronunciamiento expreso en su contra.
Vargas Machuca, con su sentido pragmático, aconseja que el caudillo no llevara a gente nueva, ni enferma, ni inquieta, ni tampoco mujeres, por las riñas e impedimentos que ocasionaban.
c) Procedencia social de la gente de la hueste. Podría pensarse que los que acudían al bnaderín de enganche, serían principalmente antiguos combatientes -de la guerra de Granada en un comienzo, de las de Italia seguidamente o de las extintas guerras señoriales- o campesinos sin empleo, amén de la masa ávida de ganancia fácil, que existe en todo tiempo y que no escaseaba en la España del siglo XVI. Naturalmente que, de ser así, no se trataría de militares de alta graduación, que siempre tendrían sustento, por pertenecer a clases altas de la sociedad española, sino de mandos medios, con graduaciones militares inferiores, lo que se comprueba en el caso del peonaje. Pero no se pueden dar afirmaciones generales en nada referente a las Indias.
En otras ocasiones se ha puesto de manifiesto la ausencia, en las huestes que llevaron a cabo las acciones guerreras, de personas con títulos académicos o que hubieran dado muestra, antes de la Conquista, de actvidades intelectuales, humanísticas o de orden médico, jurídico o administrativo. Pese a esta realidad evidente -y que sólo Jiménez de Quesada sea un licenciado y capitán de una importante conquista- asombra el nivel cultural de gran número de soldados que figuraron en las huestes, y que se convirtieron en cronistas, como Cieza de león, Pascual de Adagoya, Bernal Díaz del Castillo, Alvarado, el propio Hernán Cortés, entre otros.
Dicho esto, debemos preguntarnos a qué clases sociales pertencieron los que acudían al batir de los tambores y las trompetas de los pregoneros. Según Bernal Díaz del Castillo, sus compañeros de armas eran todos los más hijosdalgo, aunque no pueden ser de tan claros linajes, porque vista cosa es que en este mundo no nacen todos los hombres iguales, así en generosisdad como en virtudes. El capitán-cronista se evade, valorando a los hombres más por la exaltación de sus valores humanos que por sus nobiliarios orígenes. En la lista de los capitanes que acompañaron a Gonzalo Jiménez de Quesada, redactada por él mismo, nos encontramos que la mayoría de ellos salió como peones voluntarios, que ascendieron por méritos en las campañas, y que luego recibieron como premio encomiendas de indios en la Nueva Granada.
d) Procedencia regional. La opinión general es que la mayoría de los desplazados a las Indias procedían de Extremadura.
Gracias a la publicación de los libros de registro de los Pasajeros a Indias, conservados en el Archivo de Indias y a las pacientes investigaciones de Boyd-Bowman, fichando todos los soldados mencionados en las crónicas, se sabe hoy que Castilla la Vieja, Ciudad real, Galicia, León y Andalucía proporcionaron innumerables hombres a las huestes indianas.

Organización y estructura de la hueste indiana
La hueste es una compañía que se organiza y estructura conforme a un criterio de milicia, que debe ser autosuficiente para sobrevivir en territorios desconocidos, con el armamento y matalotaje necesario. Los elementos personales o profesionales que forman los grupos diversos que constituyen la hueste son los siguientes. a) el militar, b) el náutico, si la expedición precisa de una etapa marítima, c) el religioso y d) el oficial.
a) el grupo militar. Es naturalmente el esqueleto, el andamio interior que da fuerza a la hueste y por la que ésta se ha constituido. La jerarquización era estrictamente militar, pero más reducida que en los ejércitos españoles que combatían en Europa. El capitán general -que no tenía la misma significación que en nuestros días- o jefe superior, tenía a sus órdenes otros capitanes. Debía repasar el buen estado del armamento de su tropa, haciendo alarde o desfile, en orden, de toda la hueste.
b) La gente de mar. Si la expedición y exploración que pretendía llevar a cabo la hueste tenía una etapa marinera, la gente de mar era indispensable, y así como se compraban barcos y sus bastimentos, se contrataba a marineros y pilotos, que abundaron en todas las exploraciones indianas. Las características de estas gentes eran varias, pues aparte de los propiamente marineros de profesión -o sea, encargados de las maniobras del buque- había los maestros carpinteros, calafateadores y los ya citados pilotos.
Estas gentes estaban a sueldo y no formaban propiamente parte de la hueste en su aspecto militar, pero cuando terminaba su quehacer profesional, solían integrarse en la misma.
c) El elemento religioso. Parte importante aunque minoritaria de la hueste, fueron los religiosos, y ya en las provisiones de Granada -1526-, se ordena que al menos cada expedición contara con dos sacerdotes, aprobados por el Consejo de Indias, entonces recién fundado. Y así hubo frailes en todas las exploraciones, a veces en mayor número que el que marcaban las provisiones. El papel de los sacerdotes, ex oficio, era obligadamente el de aconsejar al caudillo de la hueste, de saber si convenía o no desembarcar -en caso de exploración marítima- y, llegado el momento posterior a la dominación de un territorio o comarca, decidir si los indios debían ser encomendados o no, así como cuidar del servicio de misa y demás obligaciones de su ministerio.
Normalmente los clérigos asistían a las conferencias que el caudillo de la hueste celebraba con sus capitanes, para tomar decisiones o planear lo que había que hacer, y sin duda sus pareceres eran tenidos en cuenta.
d) El grupo oficial. Era la representación de la Real Hacienda en las conquistas de la hueste para evitar que ésta fuera defraudada. Los típicos oficiales reales eran el tesorero, el contador y el factor. El tesorero podía ser nombrado por la propia hueste, o su capitán, y era el depositario de los botines que se consiguieran en las conquistas, pero una vez designado su carácter era ya oficial. El contador es el que lleva los libros, como diríamos hoy, el que anota lo que se consigue, puede ser juez de fundaciones y desde luego el que toma nota de los repartos y de que se ajuste a derecho la parte correspondiente al Rey, o sea el quinto real. El factor interviene también en estas operaciones , y en cierto modo es el secretario pagador del propio capitán.
Habían aún otras funciones oficiales, fuera de las correspondientes a los tres cargos mencionados, que son las de escribano, secretario y depositario de bienes de difuntos. Siempre había un escribano investido de autoridad para hacer el acta de los repartos de los botines.
El secretario era persona de confianza del caudillo o capitán y era el encargado de redactar informes y relaciones, especialmente cuando el capitán no era demasiado dado a escribir, como es el caso de Francisco Pizarro. No tenía el secretario una jerarquía determinada, pero es evidente que su opinión y consejo pesaba mucho en las decisiones de su señor. Tampoco tenía una jerarquía especial el depositario de los bienes de disfrute y por ello no participaba en los consejos, pero su papel era importante, ya que tenía la confianza de todos los hombres de la hueste, puesto que en caso de morir alguno él se encargaba de hacer llegar a sus herederos lo que les hubiera correspondido del difunto.
Los propiamente llamados oficiales reales sí que pesaban en las decisiones de la hueste, pues aunque el capitán debería ser la única autoridad, en muchas ocasiones él mismo solicitaba consejo de las personas de su confianza.
Armamento, matalotaje, medicinas, etcétera
Montar una expedición para explorar tierras desconocidas, habitadas por gentes que las defienden, -lo que se supo desde el primer momento, tras el segundo viaje de Colón- era tarea compleja. Ello requería una preparación amplia y dificultosa, tanto en armamento, ofensivo y defensivo, como en recursos básicos de alimentación - sobre todo si setrataba de exploración marítima- y de curación de las heridas y enfermedades que los encuentros bélicos y la naturaleza del territorio pudieran producir. Los españoles se mostraron bastante precavidos en todos estos aspectos, sobre todo cuando ya hubo baquianos o experimentados en la vida en las Indias.
Las armas. Se ha afirmado con frecuencia que fue la superioridad del armamento castellano lo que dio la victoria a los conquistadores, especialmente los arcabuces y las armas de acero. Esta es una generalización excesiva como pone de manifiesto Mario Salas.
Más que armas individuales de fuego, se hizo más uso de las ballestas. La ballesta era una versión industrial y moderna del mismo principio en que se sustentaban el arco y la flecha indígena. Ambas armas estaban separadas por los siglos del progreso del arco que habían conducido a la ballesta.
Evidentemente las armas de fuego, arcabuces, tiros o pequeños cañones que arrojaban pelotas de hierro o piedra fueron muy útiles, sobre todo por sus efectos sorpresivos, especialmente en los primeros momentos. Pero los indios se acostumbraron a ellas y hasta aprendieron a manejarlas.
Había dos “armas” que siempre tuvieron una gran eficacia, que fueron el caballo y el perro. En los comienzos, por el terror que infundía este monstruo que obedecía a los barbudos extranjeros, y al que creyeron inmortal, lo cual pronto conocieron que no era verdad. Pero su eficacia en las cargas seguía siendo decisiva en infinidad de ocasiones, aunque los indios aprendieron a hacer hoyos para que se quebraran las patas, y a enlazarlos con los ayllos o boleadoras.
El perro, especialmente recogido en Canarias, a su paso por las islas, fue un auxiliar también muy eficaz, especialmente como vanguardia descubridora de emboscadas y luego en la persecución de los indios derrotados. Un indio aperreado hasta el límite de su resistencia física quedaba marcado por el terror para toda su vida.
Todo este armamento, con sus complementos necesarios de trompetas y cascabeles, para los petos de los caballos -que infundía gran pavor a los indios que recibían el empuje de las cargas de caballería- a veces no era suficiente para enfrentarse a un armamento enemigo de la mayor eficacia, pues no en vano el indio combatía en su terreno y con prácticas que habían dmostrado ancestralmente su valor.
Bastimentos, matalotaje, medicinas. Los medicamentos que eran conocidos en Europa antes del Descubrimiento, muy poco sirvieron en las Indias, y las curas de heridas se hacían de un modo brutal, mediante cauterizaciones con hierro o acero candente, que se resistían a pie firme en una época en que no existían medios de anestesia, como no fuera emborrachar al paciente. Muy pronto los españoles aprendieron de los físicos -médicos- indios las medicinas propias para evitar las fiebres.
Enumerar todo lo que el fardaje que una hueste importante precisaba llevar sería una lista casi interminable: toneles con carne de cerdo, grasa, clavazón, galletas, repuestos de fondo de tonel, etcétera.

ASPECTOS ECONÓMICOS, BOTINES Y PREMIOS
Sin incidir en teorías deterministas de que los móviles humanos en general son de origen económico, es indudable la importancia decisiva que tienen en todas las relaciones humanas, los aspectos de remuneración, gasto, premio, derechos económicos y otros, sin los cuales la sociedad no prodría avanzar.
Como ya hemos comentado las empresas de las huestes fueron iniciativas privadas, sancionadas por Capitulaciones con el Rey o sus delegados, porque se operaba en tierras de su soberanía y porque se perseguían los fines de la difusión del Evangelio y establecimiento efectivo de la dicha soberanía.
La afirmación constante por parte de los conquistadores, que formaban la hueste, de que los éxitos conseguidos se debían especialmente al esfuerzo personal -notoriamente económico- de ellos , aparece en todos los escritos, ya sea de crónicas o de carácter oficial o administrativo. Bernal Díaz del Castillo expone cómo fueron Cortés y sus compañeros los que cargaron con el peso del gasto de la organización de la tercera y definitiva exploración de las costas del golfo mexicano. Muchas veces los que participaban en los gastos, por medio de la compra de cosas que luego eran vendidas a los expedicionarios en el curso de la exploración, lo que buscaban era lucrarse, sin exponerse personalmente, a costa de la própia hueste.
El hecho de que los gastos de las expediciones recayesen sobre la responsabilidad de los organizadores, responde a que la corona no estaba en condiciones de pechar con los crecidos gastos de infraestructura (barcos, armas, matalotaje, fondo de materiales de previsión, etcétera) y además la experiencia demostraba que los particulares tenían mayor interés en conseguir que todo resultara bien que los designados por el Estado.
Los provechos de la corona y botines
Fundamentalmente al Rey le correspondía el quinto de toda presa y botín, reintegro de gastos que se hubieran hecho con cargo a las cajas reales y totalidad de lo que fuera tomado, aprisionado o rescatado, de las personas de los príncipes y monarcas vencidos. Aquí radicaron algunas diferencias entre los caudillos de la hueste y el fisco real, pese a que en los repartos estaban presentes los oficiales reales, que se hacían cargo de los quintos.
Los grandes botines fueron los de México y Perú, como es lógico. En México hubo dos repartos, el de Motecuzohma y el de la conquista de la ciudad. Lo de Atau-Hualpa fue más complejo, pues en verdad en Cajamarca lo que se distribuía era el rescate de un rey, y por lo tanto correspondía al monarca español y no a los miembros de la hueste.
Premios, beneficios, privilegios y títulos
Los hombres que hicieron la Conquista de las Indias se habían alistado en la hueste para poder medrar en la vida, ya fuera con la lícita ganancia -estipulada por su capitán con el Rey- de lo que se obtuviera en las entradas, o por los premios que le fueran concedidos, a parte de poderse establecer dignamente en las nuevas tierras.
En los provechos que la gente de la hueste podía sacar, una vez “pacificada” la tierra, se deben distinguir dos cosas perfectamente diferenciadas: el cumplimiento de lo pactado con el Rey en la capitulación, y las mercedes y premios que éste pudiera concederles luego.
Cuando un capitán había cumplido aquello a lo que se comprometió el Rey, éste podía por merced concederle premios, tanto en honores como en beneficios fiscales o de carácter económico y de rentas en las Indias. A los Colón, aparte del uso hereditario y honorario del título de Almirantes de la Mar Océana, se les concedió el ducado de Veragua, a Cortés el título de Conde del Valle de Oaxaca y a Pizarro el de Marqués de la Conquista.
Como la Corona, desde tiempos de los Reyes Católicos no quería reincidir en formas feudales, los señoríos lo eran sólo en el aspecto señorial, o de prestigio y económico, pero sin prerrogativas, que las reservaba el Rey. Como en los pueblos de indios el Corregidor fuera nombrado por el Rey -o su delegado en Indias-, el territorio señorial no servía de asilo, debiéndose entregar a la autoridad real a los malhechores.
Cuando se fundaba una población o se establecía un pueblo de indios, se procedía a encomendar a los indígenas a un conquistador. La Encomienda Indiana ha sido uno de los puntos más discutidos de la colonización española, pues partía del principio de que los indios tuvieran alguien que los protegiera, enseñara el Evangelio y los defendiera en litigios y en cualquier conflictos. En realidad fue conceder vasallos a los conquistadores, a veces por dos vidas, o sea, transmisibles al hijo, que los empleaba en trabajos agrícolas o mineros. En definitiva, era un modo de premiar el esfuerzo del miembro de la hueste con una renta.
Relaciones de la hueste con los indios
Los conquistadores de la hueste tenían que realizar campañas para sujetar la tierra, como se decía entonces, pero no siempre los indios eran sus enemigos, sino que las relaciones entre ambos tenían diversas modalidades: como aliados, como compañeros de armas y como auxiliares.
Indios aliados. Los jefes de las huestes indianas se dieron pronto cuenta de que todos los indios no formaban una unidad política, sino que se hallaban en estado de guerra, o al menos de hostilidad entre ellos. Ello podría, con habilidad, aprovecharse por parte de los castellanos.
Compañeros de armas. Se puede aplicar a los indios mexicanos que marcharon con Pedro de Alvarado a la conquista del reino de Guatemala, ya que recibieron fuero de conquistador como los españoles, y participaron en plano de igualdad con ellos en los repartos.
Los indios auxiliares de la campaña. Las empresas organizadas ya en las Indias requerían la movilización de un amplio fardaje, de una impedimenta que el soldado de la hueste no podía llevar consigo, ni había acémilas suficientes en muchas ocasiones. Aunque había que contar con su alimentación, resultó siempre más útil, y hasta más económico, el utilizar indios cargeros o tamenes, a los que en ocasiones había también que compensar con salario.
Un tema espinoso es el de la captura de indios para hacerlos esclavos, lo que siempre estuvo prohibido pero que una hábil jurisprudencia permitía determinadas circunstancias para que los indios fueran sometidos a esclavitud.
No puede decirse que se organizaran huestes, con todos los requisitos legales, capitulación, etcétera, solamente para conseguir esclavos, argumentando luego, cuando los traían que eran indios de guerra. Pero sí hubo avispados cazadores de esclavos que formaron empresas clandestinas, como la de Alonso de Ojeda.
La repugnancia de los españoles al encontrar -aparte de las noticias que les daban los indios de las Antillas mayores- de que los caribes eran comedores de carne humana, lo que era el peor pecado contra natura, hizo que se les considerara presa idónea para convertirlos en esclavos.
Los indios sublevados, o rebeldes, ya no eran tarea de la hueste, puesto que ésta se disolvía cuando se había dominado el territorio, se hacía el reparto del botín, se fundaban las ciudades y villas, se atribuían los solares a cada fundador, y se hacían los repartos de las encomiendas de los indios.
No eran tarea de una hueste que ya no existía, pero el espíritu continuaba, y si sucedía que había una rebelión, el gobernador, adelantado o virrey organizaba una expedición contra los rebeldes, en la que regían las mismas normas que para cualquier guerra contra los indígenas.

CONCLUSIÓN
La primera consideración importante, es que el presente estudio sirva para conocer con más detenimiento los pormenores de la Conquista de las Indias.
A partir de esta primera consideración se derivan toda una serie de conclusiones que ayudan a conocer con más detalle la realidad de este período histórico.
Es evidente que la Conquista fue realizada a modo de “concesión”. La Corona, en una situación de precariedad ante los múltiples frentes abiertos en toda Europa y por tanto ávida de metales preciosos, delegó en diferentes particulares la responsabilidad de descubrir y expoliar las ricas tierras de las que había hablado Colón tras sus viajes iniciales. Desde cierto punto de vista, este sistema utilizado para explorar las Indias no era del todo desacertado, ya que no conllevaba riesgos económicos directos para la Corona. Pero como cualquier otro sistema, este tenía sus inconvenientes.
A mi parecer, resulta evidente que, ya desde un principio, se produjo una desvinculación respecto de la Corona y ello derivó en una pérdida de control directo sobre las nuevas tierras. Cuando una cosa empieza mal, acaba mal. Esto es lo que le ocurrió a la Corona con las Indias. La situación nunca pudo ser reconducida, y es que los hombres que arriesgaron su vida para hacer del Rey aquellas tierras, finalmente las sintieron como propias.
No es mi intención realizar un ejercicio de simplificación sobre la causa de la pérdida de control de las colonias. Resulta evidente que un proceso tan complejo conlleva toda una serie razones igualmente complejas. Sólo pretendo relacionar la privacidad de la hueste indiana con el hecho de la Conquista como un “asunto de Estado”.